Ejército de la Hidra Carmesí
Los ejércitos Hidra son una escisión del ejército regular Druchii, son usados comunmente como fuerza especialista de ocupación en zonas de alta peligrosidad, ya que funcionan en base a la naturaleza regenerativa de una Hidra, mientras quede una cabeza, cualquiera de las que se pierdan volverá a crecer para atenazar a su enemigo con un cruel mordisco o calcinarlo con su aliento. La mortalidad en los ejércitos Hidra es sumamente elevada, es por ello que suelen dedicarse a estas unidades comandantes que hayan caído en desgracia o no sean tenidos en alta estima por el Rey Brujo.
Puesto que Malekith apenas salía últimamente de su voluntario ostracismo, ya que se rumoreaba que las heridas sufridas en el pasado por el fuego de Asuryan se estaban cebando más que nunca en su carne, y su debilitada mente no parecía poder resistirlo mucho más, encontrándose en uno de sus momentos más vulnerables, su madre, la brujah Morathi, una de las pocas que aún ve al maltrecho rey aprovechó para eliminar a tres de los comandantes Elfos que mayor peligro suponen para la nación... y para ella, fundando la Hidra Carmesí como ejército invasor de las Tierras Yermas, pues aunque el Rey Brujo apenas prestó atención a la misteriosa fortaleza flotante que se ha alzado en ese lugar, su madre siguió su evolución con sumo interés, y tras convencer a su hijo de que en ella encontraría la Hacedora de Viudas, la legendaria espada que empuñó su padre y que se consideraba custodiada en Ulthuan, recibió permiso de éste para mandar a las Tierras Yermas un ejército Hidra. Con esto, Morathi no sólo sería capaz deseguir más de cerca el avance de la fortaleza y podría planear con antelación su siguiente paso, sino que, con casi total probabilidad, conseguiría que los tres comandantes que deseaba muertos... bueno, muriesen.
Los planes de Morathi no salieron demasiado bien después de todo, la campaña finalizó con brusquedad a las pocas jornadas de desembarcar y cuando apenas se había librado una batalla, ya que se ordenó a la Hidra replegarse para hacer frente a la amenaza del Caos, comandada por Valkia la Sanguinaria. Poco después el ejército se escindió, yendo Edea junto a Malus Darkblade a tomar la Puerta del Águila en su campaña contra Ulthuan, mientras que Caharadryel seguía a su estimado Rey por el resto de la isla, Drax desapareció durante un tiempo, sabiéndose más tarde que estaba al mando de Hellebron y regresando como tropa de refuerzo tras la traición de Morathi. Caharadryel y Drax lucharon en la batalla de la isla Marchita, unidos de nuevo bajo un estandarte común y encontrándose con su antigua compañera de batalla, Edea, a la que el Príncipe Oscuro desmontó de su pegaso, perdiendo a su montura durante el proceso, y capturó personalmente.
Tras los acontecimientos que se saldaron con la destrucción de Ulthuan y la unificación de los elfos bajo la bandera del recién nombrado Rey de la Eternidad, Edea fue ejecutada sumariamente por participar en la rebelión de Morathi, mientras que Caharadryel retomó su antiguo papel como consejero renombrado del Rey, el misterioso Drax, siempre a las órdenes de la Suma Sacerdotisa de Hellebron permaneció como escolta de éste.
Ahora Malekith ha vuelto a enviar a sus dos lugartenientes a las Tierras Yermas, pues aún recuerda el sacrificio de Teclis para liberar los vientos de la magia, y está convencido de que al menos uno de ellos ha debido refugirarse en la Fortaleza Flotante, atraído por las energías místicas. Ahora, el peso de la tarea recae en Carahadryel, que debe tomar la Fortaleza y llevársela a su señor, éste por su parte ha solicitado la asistencia de Drax, convencido de que es uno de los pocos capaces de controlar el temperamento asesino del Señor de las Bestias, también ha solicitado la asistencia de un Señor Asrai a su lado, convencido de que las nuevas relaciones con el resto de la Hueste Eterna deben reforzarse, aunque siendo aún reticente a solicitar ayuda de los antiguos Asur.
Puesto que Malekith apenas salía últimamente de su voluntario ostracismo, ya que se rumoreaba que las heridas sufridas en el pasado por el fuego de Asuryan se estaban cebando más que nunca en su carne, y su debilitada mente no parecía poder resistirlo mucho más, encontrándose en uno de sus momentos más vulnerables, su madre, la brujah Morathi, una de las pocas que aún ve al maltrecho rey aprovechó para eliminar a tres de los comandantes Elfos que mayor peligro suponen para la nación... y para ella, fundando la Hidra Carmesí como ejército invasor de las Tierras Yermas, pues aunque el Rey Brujo apenas prestó atención a la misteriosa fortaleza flotante que se ha alzado en ese lugar, su madre siguió su evolución con sumo interés, y tras convencer a su hijo de que en ella encontraría la Hacedora de Viudas, la legendaria espada que empuñó su padre y que se consideraba custodiada en Ulthuan, recibió permiso de éste para mandar a las Tierras Yermas un ejército Hidra. Con esto, Morathi no sólo sería capaz deseguir más de cerca el avance de la fortaleza y podría planear con antelación su siguiente paso, sino que, con casi total probabilidad, conseguiría que los tres comandantes que deseaba muertos... bueno, muriesen.
Los planes de Morathi no salieron demasiado bien después de todo, la campaña finalizó con brusquedad a las pocas jornadas de desembarcar y cuando apenas se había librado una batalla, ya que se ordenó a la Hidra replegarse para hacer frente a la amenaza del Caos, comandada por Valkia la Sanguinaria. Poco después el ejército se escindió, yendo Edea junto a Malus Darkblade a tomar la Puerta del Águila en su campaña contra Ulthuan, mientras que Caharadryel seguía a su estimado Rey por el resto de la isla, Drax desapareció durante un tiempo, sabiéndose más tarde que estaba al mando de Hellebron y regresando como tropa de refuerzo tras la traición de Morathi. Caharadryel y Drax lucharon en la batalla de la isla Marchita, unidos de nuevo bajo un estandarte común y encontrándose con su antigua compañera de batalla, Edea, a la que el Príncipe Oscuro desmontó de su pegaso, perdiendo a su montura durante el proceso, y capturó personalmente.
Tras los acontecimientos que se saldaron con la destrucción de Ulthuan y la unificación de los elfos bajo la bandera del recién nombrado Rey de la Eternidad, Edea fue ejecutada sumariamente por participar en la rebelión de Morathi, mientras que Caharadryel retomó su antiguo papel como consejero renombrado del Rey, el misterioso Drax, siempre a las órdenes de la Suma Sacerdotisa de Hellebron permaneció como escolta de éste.
Ahora Malekith ha vuelto a enviar a sus dos lugartenientes a las Tierras Yermas, pues aún recuerda el sacrificio de Teclis para liberar los vientos de la magia, y está convencido de que al menos uno de ellos ha debido refugirarse en la Fortaleza Flotante, atraído por las energías místicas. Ahora, el peso de la tarea recae en Carahadryel, que debe tomar la Fortaleza y llevársela a su señor, éste por su parte ha solicitado la asistencia de Drax, convencido de que es uno de los pocos capaces de controlar el temperamento asesino del Señor de las Bestias, también ha solicitado la asistencia de un Señor Asrai a su lado, convencido de que las nuevas relaciones con el resto de la Hueste Eterna deben reforzarse, aunque siendo aún reticente a solicitar ayuda de los antiguos Asur.
La Perdición del Usurpador
Ejército comandado por el Príncipe Caharadryel. Se trata de un ejército compuesto en su mayoría por lo más granado de la infantería de élite élfica, incluyendo ancianos oficiales de la Guardia Negra y venerables Verdugos de Har Ganeth ya retirados, todos conocidos por Caharadryel y de su plena confianza. Es un ejército pequeño en comparación al que han traído sus compañeros, pero la lealtad y eficiencia de éste fácilmente pueden eclipsar a los otros dos.
Comandante en Jefe Caharadryel, Tercero de su Raza, Capitán de la Vieja Guardia, Protector del Reino. Antaño un miembro de los Asur, Caharadryel fue el primero en seguir a Malekith al exilio, despúes de su propia madre, enfrentándose a los que habían sido sus amigos y familia por defender el honor de su señor Malekith, afrenta que jamás perdonaría y que alimentaría su fuego interno durante mucho años, convirtiéndole en uno de los más sanguinarios comandantes Druchii en sus incursiones sobre Ulthuan.
Caharadryel siempre se ha contado entre los Príncipes más condecorados y tenidos en mayor estima por Malekith, sin embargo, la reclusión del Rey y el hecho de que Morathi lo vea como una amenaza potencial al dominio que ésta tiene sobre el le valieron un viaje sin retorno a las Tierras Yermas. El Príncipe era consciente de ello, pero jamás contradeciría una orden de su rey, aunque le fuese la vida en ello, pues aún quedaba algo de su noble ascendencia corriendo por sus venas. Como un tigre viejo que presiente su fin, Caharadryel deseaba morir con su espada en la mano y rodeado de sus hombres, por lo que se había jurado exterminar a los Altos Elfos que se dirigían a las Tierras Yermas, creyendo de que alguna espada más joven que la suya acabaría con él.
Pese a que la anterior campaña tuvo un abrupto final y que la inesperada, y nada deseada por él, alianza con los Asur se ha llevado acabo, el Príncipe no ha perdido un ápice de su lealtad hacia su señor, y aunque aún no tolera la presencia de sus antiguos enemigos es consciente de la necesidad de ella. Ese es el principal motivo que le impulsó a solicitar a su Rey que lo enviase de nuevo a las Tierras Yermas, prefería dejar la política a hombres más capacitados y tolerantes que el.
Comandante en Jefe Caharadryel, Tercero de su Raza, Capitán de la Vieja Guardia, Protector del Reino. Antaño un miembro de los Asur, Caharadryel fue el primero en seguir a Malekith al exilio, despúes de su propia madre, enfrentándose a los que habían sido sus amigos y familia por defender el honor de su señor Malekith, afrenta que jamás perdonaría y que alimentaría su fuego interno durante mucho años, convirtiéndole en uno de los más sanguinarios comandantes Druchii en sus incursiones sobre Ulthuan.
Caharadryel siempre se ha contado entre los Príncipes más condecorados y tenidos en mayor estima por Malekith, sin embargo, la reclusión del Rey y el hecho de que Morathi lo vea como una amenaza potencial al dominio que ésta tiene sobre el le valieron un viaje sin retorno a las Tierras Yermas. El Príncipe era consciente de ello, pero jamás contradeciría una orden de su rey, aunque le fuese la vida en ello, pues aún quedaba algo de su noble ascendencia corriendo por sus venas. Como un tigre viejo que presiente su fin, Caharadryel deseaba morir con su espada en la mano y rodeado de sus hombres, por lo que se había jurado exterminar a los Altos Elfos que se dirigían a las Tierras Yermas, creyendo de que alguna espada más joven que la suya acabaría con él.
Pese a que la anterior campaña tuvo un abrupto final y que la inesperada, y nada deseada por él, alianza con los Asur se ha llevado acabo, el Príncipe no ha perdido un ápice de su lealtad hacia su señor, y aunque aún no tolera la presencia de sus antiguos enemigos es consciente de la necesidad de ella. Ese es el principal motivo que le impulsó a solicitar a su Rey que lo enviase de nuevo a las Tierras Yermas, prefería dejar la política a hombres más capacitados y tolerantes que el.
- Príncipe Oscuro (140 pts)
- Alabarda (3 pts)
- Capa de Dragón Marino (8 pts)
- Armadura pesada (6 pts)
- Objetos Mágicos (95 pts)
- Objeto Hechizado: El otro fragmento de piedra del engaño (15 pts)
- Armadura: Escudo antihechizos (20 pts)
- Talismán: Amuleto negro (60 pts)
- Total: 252 pts
El Cónclave
Ejercito comandado por Edea. Edea comanda un batallón de brujas de todas las categorías, siendo cien en el momento de abandonar Naggaroth pero descendiendo al ritmo de una por noche, momento en el que una de las hechiceras es sacrificada a Hekarti, y su sangre usada para inscribir los hechizos que Edea usará al día siguiente, asegurándose así que su magia no tenga mácula. Al margen de las acólitas que acompañan a Edea, su ejército cuenta con una fuerte presencia de brujos, algo que es visto como una herejía para otras hechiceras y con miedo por el resto de comandantes del ejército.
Comandante en Jefe Edea Brackwood, Séptima Gran Hechicera de la Senda Oscura y Vigésimo Tercer miembro del Consejo. La comandante en jefe de la Hidra Carmesí es con mucho el comandante más ambicioso de la compañía, incluso para los estándares de un elfo oscuro. Nacida como una de las muchas hijas bastardas de la bruja Morathi, fué criada y adiestrada en las artes oscuras en la misma Torre de Hechicería en la que residía esta, mostrando una predisposición para la magia digna de la mismísima Gran Bruja en su juventud. Morathi siguió su progreso con recelo, y no sin razón, pues la propia Edea desea su puesto. Conocedora de ella, la ha enviado como Comandante Suprema de la Hidra Carmesí, sabiendo que si alimentaba tanto su ego no podría negarse, y que acabaría cometiendo un error fatal; por su parte, la propia Edea piensa que no es más que una prueba del Consejo, y que si consigue tomar la Fortaleza flotante, dará otro paso más hacia el puesto de Morathi. Es despreciada por Caharadryel, que opina que sólo es una niña consentida, sin conocimientos reales de estrategia, y que hará que los maten a todos.
Comandante en Jefe Edea Brackwood, Séptima Gran Hechicera de la Senda Oscura y Vigésimo Tercer miembro del Consejo. La comandante en jefe de la Hidra Carmesí es con mucho el comandante más ambicioso de la compañía, incluso para los estándares de un elfo oscuro. Nacida como una de las muchas hijas bastardas de la bruja Morathi, fué criada y adiestrada en las artes oscuras en la misma Torre de Hechicería en la que residía esta, mostrando una predisposición para la magia digna de la mismísima Gran Bruja en su juventud. Morathi siguió su progreso con recelo, y no sin razón, pues la propia Edea desea su puesto. Conocedora de ella, la ha enviado como Comandante Suprema de la Hidra Carmesí, sabiendo que si alimentaba tanto su ego no podría negarse, y que acabaría cometiendo un error fatal; por su parte, la propia Edea piensa que no es más que una prueba del Consejo, y que si consigue tomar la Fortaleza flotante, dará otro paso más hacia el puesto de Morathi. Es despreciada por Caharadryel, que opina que sólo es una niña consentida, sin conocimientos reales de estrategia, y que hará que los maten a todos.
- Gran Hechicera (185 pts)
- Saber de la Magia Oscura.
- Nivel 4 (35 pts)
- Montura: Pegaso Negro (50 pts)
- Objetos Mágicos:
- Objeto Arcano: Tomo de Furion (25 pts)
- Total: 295 pts
La Garra de Anath Raema
Ejército comandado por Drax. Llamar ejército a la horda desordenada de elfos y terribles monstruosidades que marchan junto a Drax es un cumplido, la disciplina desaparece en favor de la brutalidad más visceral, y en ocasiones, tanto bestias como Elfos se dejan llevar por un frenesí en el que no distinguen aliados de enemigos. Éste impredecible ejército captura y esclaviza a las bestias que encuentra en los páramos y la usa para deleite y diversión de Drax, su señor.
Comandante Drax, Sumo Señor de las Bestias de Hag Graef. Drax no necesitaba promesas de gloria para formar parte de la Hidra, Drax no necesitaba oro ni riquezas, Drax era completamente ignorante de quienes eran sus compañeros comandantes, y de no haberlo sabido tampoco habria declinado. Drax solo desea matar en honor de Anath Raema, esclavizar bestias poderosas y obligarlas a seguir matando para satisfacer la voracidad de la deidad. Tan impredecible como la gigantesca mantícora que monta, Khaax, el Señor de las Bestias era visto como un peligro para la estabilidad del reino de Malekith, pues alguien con tamaña ansia de sangre no podía obedecer órdenes para siempre, y Drax había acumulado mucho poder en Hag Graef como para hacerlo desaparecer de otra forma. Adicto a consumir huevos de dragón negro, este peculiar "Elfo" ha visto su piel desaparecer, sustituida por ásperas y correosas escamas negras en la mayor parte de su cuerpo, sus ojos también han mutado, convirtiendose en dos rendijas encendidas de odio homicida y algunos de sus hombres aseguran que los bultos bajo su capa de dragón marino no son producto del viento, sino que "algo" esta creciendo en su espalda. Sea cierto o no, no hay ejército más temperamental en la Hidra, y tanto Edea como Caharadryel coincidían en que, llegado el momento, Drax podría desatar un torrente de ira bestial sobre sus enemigos... O sobre ellos.
Poco después se supo de su alianza en secreto con Hellebron, y que su actitud irreverente y despreocupada era pura fachada bajo la que se escondía una inteligencia y astucias propias de cualquier comandante Druchii, pese a que su actitud bestial y destructiva, ansiosa de sangre, era real. Malekith ha recompensado al Señor de las Bestias por su asistencia en la Isla Marchita manteniéndolo a su lado como escolta y permitiéndole asistir a las reuniones de su nuevo consejo siempre que sepa mantener la compostura. Caharadryel no le quita ojo de encima, menos que en el pasado, pues ahora sabe que ese bruto descerebrado y sanguinario es capaz de pensar.
Comandante Drax, Sumo Señor de las Bestias de Hag Graef. Drax no necesitaba promesas de gloria para formar parte de la Hidra, Drax no necesitaba oro ni riquezas, Drax era completamente ignorante de quienes eran sus compañeros comandantes, y de no haberlo sabido tampoco habria declinado. Drax solo desea matar en honor de Anath Raema, esclavizar bestias poderosas y obligarlas a seguir matando para satisfacer la voracidad de la deidad. Tan impredecible como la gigantesca mantícora que monta, Khaax, el Señor de las Bestias era visto como un peligro para la estabilidad del reino de Malekith, pues alguien con tamaña ansia de sangre no podía obedecer órdenes para siempre, y Drax había acumulado mucho poder en Hag Graef como para hacerlo desaparecer de otra forma. Adicto a consumir huevos de dragón negro, este peculiar "Elfo" ha visto su piel desaparecer, sustituida por ásperas y correosas escamas negras en la mayor parte de su cuerpo, sus ojos también han mutado, convirtiendose en dos rendijas encendidas de odio homicida y algunos de sus hombres aseguran que los bultos bajo su capa de dragón marino no son producto del viento, sino que "algo" esta creciendo en su espalda. Sea cierto o no, no hay ejército más temperamental en la Hidra, y tanto Edea como Caharadryel coincidían en que, llegado el momento, Drax podría desatar un torrente de ira bestial sobre sus enemigos... O sobre ellos.
Poco después se supo de su alianza en secreto con Hellebron, y que su actitud irreverente y despreocupada era pura fachada bajo la que se escondía una inteligencia y astucias propias de cualquier comandante Druchii, pese a que su actitud bestial y destructiva, ansiosa de sangre, era real. Malekith ha recompensado al Señor de las Bestias por su asistencia en la Isla Marchita manteniéndolo a su lado como escolta y permitiéndole asistir a las reuniones de su nuevo consejo siempre que sepa mantener la compostura. Caharadryel no le quita ojo de encima, menos que en el pasado, pues ahora sabe que ese bruto descerebrado y sanguinario es capaz de pensar.
- Gran Señor de las Bestias en Mantícora (300 pts)
- Piel de Hierro (20 pts)
- Rabia ciega (25 pts)
- Objetos Mágicos:
- Objeto Encantado: Huevo de Dragón Negro (50 pts)
- Armadura: Armadura del Destino (50 pts)
- Total: 445 pts
TOTAL DE PUNTOS DE HÉROES: 992 puntos
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